Nutrición hospitalaria

Nutrición Hospitalaria: Pilar Fundamental para una Recuperación Efectiva y Sostenible

La estancia en un hospital, ya sea por una cirugía, una enfermedad crónica o una condición aguda, a menudo se centra en el tratamiento médico y la recuperación física. Sin embargo, un factor crucial que a menudo se subestima es el papel vital de la nutrición hospitalaria. Lejos de ser un simple acto de alimentar al paciente, la nutrición clínica es una disciplina compleja y esencial que impacta directamente en el pronóstico, la velocidad de recuperación y la prevención de complicaciones.

La prevalencia global de desnutrición hospitalaria se estima entre un 30% y 50%5, dependiendo del tipo de patología y del sistema de salud evaluado. Entre las principales causas se encuentran:

  • Enfermedades crónicas (cáncer, insuficiencia cardíaca, EPOC)
  • Estados inflamatorios agudos o crónicos.
  • Pérdida de masa muscular y fuerza (sarcopenia)

Un estudio realizado en el Hospital Universitario Nacional de Islandia refuerza esta preocupación al revelar que más del 80% de los pacientes hospitalizados no alcanzan sus necesidades nutricionales básicas, incluso cinco días después de una cirugía. Lo más alarmante es que hasta el 40% de las calorías servidas no se consumen, lo que evidencia una grave desconexión entre lo que se ofrece y lo que realmente se ingiere. Esta ineficiencia nutricional no solo agrava la desnutrición, sino que prolonga la estancia hospitalaria, eleva los costes sanitarios y compromete seriamente la recuperación del paciente.1

En otras palabras, una alimentación inadecuada durante el ingreso no solo afecta al paciente, sino que repercute en todo el sistema de salud.

La Importancia Crucial de la Nutrición en el Ámbito Hospitalario

La nutrición adecuada es la base sobre la cual el cuerpo puede sanar, reparar tejidos y combatir infecciones. En un entorno hospitalario, donde los pacientes a menudo enfrentan un estrés metabólico elevado debido a la enfermedad, cirugías o tratamientos, las demandas nutricionales pueden dispararse.

Prevención de la Desnutrición Hospitalaria

La desnutrición es un enemigo silencioso en los hospitales. Factores como la falta de apetito, náuseas, dificultad para masticar o tragar, interacciones medicamentosas o simplemente la propia enfermedad pueden llevar a una ingesta insuficiente de nutrientes2. La desnutrición hospitalaria no solo debilita al paciente, sino que también:

  • Retrasa la cicatrización de heridas.
  • Compromete la función inmunológica, aumentando el riesgo de infecciones.
  • Reduce la fuerza muscular y la movilidad.
  • Aumenta la probabilidad de reingresos hospitalarios.

Un plan de soporte nutricional clínico bien diseñado es la primera línea de defensa contra estas complicaciones.

Impacto en la Recuperación y el Pronóstico

Una nutrición óptima acelera la recuperación del paciente. Proporciona la energía y los bloques de construcción necesarios para:

  • La regeneración celular y la reparación de tejidos dañados.
  • El mantenimiento de la masa muscular, crucial para la movilidad y la independencia.
  • El fortalecimiento del sistema inmunitario para combatir patógenos.
  • La mejora de la respuesta a los tratamientos médicos y farmacológicos.

En esencia, una buena nutrición hospitalaria no solo ayuda a que el paciente se sienta mejor, sino que también optimiza la eficacia de los tratamientos médicos y quirúrgicos, mejorando significativamente el pronóstico a corto y largo plazo.

Tipos de Soporte Nutricional Hospitalario

Los profesionales de la salud, liderados por el dietista o nutricionista clínico, evalúan las necesidades individuales de cada paciente para determinar el tipo de dietas hospitalarias más adecuado. Esto puede variar desde modificaciones en la dieta oral hasta métodos de soporte nutricional más complejos.

Nutrición Enteral

Cuando un paciente no puede ingerir alimentos por vía oral de forma suficiente, pero su tracto gastrointestinal funciona, se recurre a la nutrición enteral. Esta se administra a través de una sonda (nasogástrica, nasoenteral, gastrostomía o yeyunostomía) que lleva los nutrientes directamente al estómago o al intestino delgado. Es la opción preferida siempre que sea posible, ya que mantiene la función intestinal y es más fisiológica.

Imagen 1. Nutrición Enteral.

Nutrición Parenteral

En casos donde el tracto gastrointestinal no es funcional o está contraindicado su uso (por ejemplo, en ciertas cirugías o enfermedades intestinales graves), se utiliza la nutrición parenteral. Los nutrientes (carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales) se administran directamente en el torrente sanguíneo a través de una vía intravenosa central. Aunque es un método vital, conlleva mayores riesgos de complicaciones como infecciones o desequilibrios metabólicos, por lo que su uso se reserva para situaciones específicas3.

Imagen 2. Nutrición Parental

Dietas Orales Adaptadas

Para muchos pacientes, la alimentación en hospitales se basa en dietas orales que se adaptan a sus necesidades y condiciones. Esto incluye:

  • Dietas de textura modificada: Para pacientes con dificultades para masticar o tragar (disfagia), se ofrecen alimentos triturados, blandos o líquidos.
  • Dietas terapéuticas: Diseñadas para condiciones específicas, como dietas bajas en sodio para hipertensión, bajas en grasas para problemas biliares, o controladas en carbohidratos para diabetes.
  • Suplementos nutricionales orales: Batidos o preparados ricos en calorías y proteínas para complementar la ingesta cuando la dieta normal no es suficiente.

El Rol del Dietista o Nutricionista Clínico

El dietista o nutricionista clínico es la pieza clave en el engranaje de la nutrición hospitalaria. Su labor va más allá de planificar menús; incluye:

  • Evaluación nutricional: Identificar el estado nutricional del paciente, sus necesidades y riesgos.
  • Diseño de planes individualizados: Crear estrategias de soporte nutricional clínico adaptadas a la patología, tolerancia y preferencias del paciente.
  • Monitorización: Seguir de cerca la respuesta del paciente al plan nutricional y realizar ajustes.
  • Educación: Informar al paciente y a su familia sobre la importancia de la nutrición y cómo mantenerla tras el alta.
  • Investigación: Contribuir al avance del conocimiento en nutrición clínica.

Su experiencia es fundamental para asegurar que cada paciente reciba el soporte nutricional que necesita para optimizar su recuperación.

Desafíos y Futuro de la Nutrición Hospitalaria

A pesar de su importancia, la nutrición hospitalaria enfrenta desafíos como la falta de concienciación, la escasez de personal especializado y la necesidad de integrar aún más la nutrición en el equipo multidisciplinar. El futuro apunta hacia una nutrición cada vez más personalizada, con el uso de tecnologías para monitorizar la ingesta y el estado nutricional, y una mayor integración de la telemedicina para el seguimiento post-alta.

La desnutrición hospitalaria es real, frecuente y clínicamente relevante. No es solo un problema nutricional, sino también un indicador de calidad asistencial4.

La nutrición hospitalaria no es un servicio secundario, sino un componente terapéutico esencial que influye directamente en la salud y el bienestar del paciente. Reconocer su valor y asegurar un soporte nutricional clínico adecuado es invertir en una recuperación más rápida, efectiva y con menos complicaciones. Si tú o un ser querido se encuentran en un entorno hospitalario, no dudes en preguntar sobre el plan nutricional y el papel del dietista o nutricionista clínico en su cuidado.

Bibliografía

  1. Vilhjálmsdóttir Dagný Ösp, et al. Consumo de energía y proteínas en pacientes del departamento de cirugía cardiotorácica del Hospital Universitario Nacional de Islandia Læknablaðið, 99(2) https://www.laeknabladid.is/tolublod/2013/02/nr/4758
  2. Pistoria, M. J. (2025). Desnutrición debida a la hospitalización. En M. R. Wasserman (Revis.). Manual MSD, versión para público general. https://www.msdmanuals.com/es/hogar/temas-especiales/atenci%C3%B3n-hospitalaria/desnutrici%C3%B3n-debida-a-la-hospitalizaci%C3%B3n
  3. Mogensen, K. M., & Robinson, M. K. (2024). Alimentación intravenosa. En G. D. Braunstein (Revis.). Manual MSD, versión para público general https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-nutricionales/apoyo-nutricional/alimentaci%C3%B3n-intravenosa?ruleredirectid=756
  4. Lobo Támer, G., Ruiz López, M. D., & Pérez de la Cruz, A. J. (2009). Desnutrición hospitalaria: relación con la estancia media y la tasa de reingresos prematuros. Medicina Clínica, 132(10), 377–384. https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-clinica-2-articulo-desnutricion-hospitalaria-relacion-con-estancia-S0025775308000547
  5. Sociedad Española de Nutrición Clínica y Metabolismo (SENPE). (2025). Documento de consenso sobre la codificación de la desnutrición relacionada con la enfermedad. https://senpe.com/documentacion/revision-y-actualizacion-del-documento-de-consenso-senpe-sedom-seen-sobre-la-codificacion-de-la-desnutricion-hospitalaria/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.